“Vine está en problemas. Las descargas no hacen más que descender, las estrellas migran a otras plataformas y varios directivos ya han abandonado la empresa.”
En 2012 irrumpía en la App Store y Google Play la aplicación Vine, una sencilla app que permite a los usuarios compartir pequeños vídeos de seis segundos —a partir de 2016 el límite se amplió a ciento cuarenta— en formato loop (reproducción continuada en bucle). La red social cobró una gran releva
Cuatro años más tarde, la situación de la red social es completamente diferente. Además de las escasas novedades a nivel de software que ha recibido, Vine se ha enfrentado durante los últimos años a una fuga de usuarios considerable. Las principales estrellas —conocidas popularmente como viners— ya han migrado a otras plataformas como Instagram o incluso YouTube. Y las descargas en las principales tiendas de aplicaciones han descendido drásticamente desde su lanzamiento. Vine, a día de hoy, coquetea muy de cerca con la desaparición.
Todo comenzó en 2015. Según los datos registrados por App Annie, a lo largo de ese año, Vine pasó de encontrarse en el top-100 en App Store y Google Play a descender por debajo de dicha franja, llegando a ocupar los puestos 257 (App Store) y 445 (Google Play). Un descenso de popularidad que casualmente ha coincidido con el auge de nuevas plataformas como Snapchat o la expansión de Instagram hacia nuevos campos más allá de las fotografías.
Según datos de comScore centrados en Estados Unidos, el crecimiento de usuarios activos por mes de Vine lleva estancado desde 2015, con un ligero descenso de usuarios activos durante 2016. Y la tendencia, desafortunadamente, no indica que vaya a crecer durante los próximos meses.
El creador de contenido David Sainz (conocido por interpretar el papel de “El Negro” en la webserie “Malviviendo”) aseguraba en declaraciones a Hipertextual la existencia de campañas de branded content en Vine.En su experiencia personal, eso sí, ha recibido más ofertas para plataformas como YouTube, Twitter o Instagram, plataformas más atractivas para los anunciantes actuales. “Instagram se ha ido comiendo a Vine”, también afirmaba Sainz.
Sainz, quien publicó su último vine en junio de 2016, reconocía su progresiva transición hacia otras plataformas, algo también visible en viners españoles como Antón Lofer o Andrea Compton, quienes dejaron de ver en Vine su prioridad principal para migrar hacia otras plataformas de mayor calibre como YouTube, Instagram o Facebook. Todas ellas preparadas para la era mobile, con mayor atracción de anunciantes y una comunidad de mayor escala que Vine.
Fuente: Hipertextual.com
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